Nuestras heridas son nuestros dones
Nuestras heridas son nuestros dones

Nuestras heridas son nuestros dones

Ser auténtic@ implica reconocer en nosotr@s nuestras heridas, las brechas que han aparecido cada vez que intentábamos mostrar un atributo.

Si en la infancia acallaban tu voz, es porque tienes poder de palabra. Hay una fuerza en tu interior capaz de dilapidar patrones y cambiar las cosas.

La gente silencia nuestras fortalezas, no se meten con nuestras debilidades. Eso es lo que pretenden minimizar los demás en nosotros.

Por eso, nuestras heridas ocultan nuestro don.

Si sigues tu voz interior, te descubres a ti mism@, cuando hablas, la gente te escucha. Cuando tú te das esa libertad, la gente lo agradece.